VIENTO ESPECTRAL

Muerto,

palabras muertas que van a través de tu cuerpo irreal,
y mi mente esta en el hoyo
perdida dentro de tu viento espectral,
ese ruidoso viento que cae duramente sobre días felices,
esos que escondes en los cajones de tu escritorio
los que ves con desprecio cuando mi sucia imagen llega a aparecer frente a ti,
palabras muertas,
cosechadoras de ríos turbulentos que no explican tu ausencia;
algunas veces te sueño
y despierto con extrañas sensaciones arenosas,
solo me dejó llevar y termino cubierto por ti,
en cada poro entras,
llenas hasta mi úlcera gástrica
para después reventarla
y dejarme en sombras,
sin poder prender una pequeña luz,
ni siquiera,
la brillantez de tus ojos.

LA "RATITA" DE LA PEQUEÑA AISHA

El día que te vi por última vez
te llevaste a mi hija,
a Aisha feliz y contenta de un concierto en vivo;
después de tu frío saludo,
Aisha se desvaneció,
huyó de mi realidad,
no hubo más risas,
ni juegos a las 2 de la madrugada,
Mi pequeña Aye
se fue en un respiro tuyo,
en como bajaste rápidamente esas escaleras;
ahora tu imagen tierna y delicada
ya no es mi Aisha,
ya no es su carita feliz por verme enmascarado;
el día que te vi por última vez,
te llevaste todo,
hasta mi tierna ilusión de cuidar algo naciente de ti,
mi Aisha se fue,
y ahora estoy tan deshecho
como el pequeño ratón que nuestra hija
vio atrapado en una alcantarilla;
yo estoy tan ahogado,
como esa ratita que la pequeña Aye quiso salvar.