Estoy haciendo un cd para Ayesha, si, qué más da, Karen, de 17 años ni se quejará, a su corta edad solo quiere beber vodka y caguamas sin importarle mucho eso de los vínculos y relaciones sentimentales, para ella todo es una fiesta y lo más importante es lucir su belleza; además está feliz con lo que supongo será una excepcional borrachera el próximo junio ocho que llega a los 18 años de edad. A mi tampoco me molesta mucho sus forma de conducirse, hasta me es cómodo, no hay compromisos, cualquier día de estos bien podemos dejar de vernos y no sucederá nada, ella no extrañará mi voz y yo tampoco sus pequeñas blusas; ja, por tal, como cada julio 17 le haré llegar algunas cosas a Ayesha. Simples fetiches nostálgicos que van a perdurar por siempre, he pensado que sería mejor hacerle llegar "eso" antes de junio 13, por esos días espero de comienzo el festival de fanzines en el Centro Cultural de España, quizá en un arranque de impulsividad hasta aparezca. Hace dos años lo intenté antes de la presentación del Avenger 12 en el galerón, incluso hablamos por teléfono y aunque me dijo "NO... NO... eso no va a cambiar", pues yo esperé a que llegara, jaaa, y después de tres años sigo en stand by, como si tuviese un "cyber cerebro" descompuesto, con un virus creado para mantener intacto mi "ghost" (que en ghost in the shell, se refiere a tres componentes: "el alma", " la intuición" y la "conciencia"); no dudo que aquella madrugada que me rompí la mano también mi cabeza rebotó contra el pavimento, mierda, quizá algo de mi memoria se está "reseteando" mientras duermo y hace que "mi ghost" sea tan férreo a todo aquel viejo entorno. Puede ser que ni si quiera sea emocional la forma de "mantener viva la esperanza", seguro es un mal proceso cerebral similar a todos los problemas que "los cyber cerebros" pasan en "Ghost In The Shell", ja... no intentaré descubrirlo, ni si quiera deseo conocer "si un nuevo virus más potente" podría sacarme del "stand by", mi propio "ghost" ha creado un potente firewall, así que por más juventud de una chica, por más senos perfectos, por más sonrisas de complicidad o por más cerveza que beban, nada se puede hacer.
Un par de tracks y el último cd estará listo para que el paquete esté cerrado por horas encima de su escritorio, puedo imaginar su rostro entre desagrado y sorpresa, no se que haga con esos fetiches, no se si rumbo a casa en su viejo auto enorme al menos ponga un cd de los que le mando, ja... ni si quiera se como conduce, aún ebrio, yo lo hacía; es más, después del golpetazo pude llegar hasta el auto, prenderlo con mucho trabajo con mi adolorida mano izquierda, y manejar hasta casa. Mi mano derecha estaba inmóvil, me dolía, pero me dolía más haberla dejado sola, de madrugada... esperando a que yo regresara y la cuidara como hasta antes de esa ocasión. Yo la dejé... y el Karma se encargó de lo demás.
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