Parece que estoy a la deriva, ja... como diría mi madre llevo una vida muy "disipada"; ahora soy un mal tipo con las "mujeres que conozco", realmente no es que sea una "maldad per se", me aburro fácilmente y más con personalidades blandas, cursis, aprehensivas, por ejemplo, me harta que mi móvil esté avisando y avisando un mensaje entrante, no entiendo como se les puede ir la vida en apretar botoncitos, escribir cursilerías melosas... y esperar una respuesta. Es quizás extraño que yo mismo me queje de la dependencia cuando mucho tiempo la tuve, sin embargo, hace unos dos o tres años se esfumó. Se cuando sucedió eso, fue al regreso de un viaje, recuerdo que incluso Karina me llegó a decir "que estaba extraño"; en aquel viaje dejé "la añoranza" en un pequeño bar del centro de Amsterdam, me olvidé de toda esa parafernalia amorosa y disfruté conducir largos tramos en carretera por toda España, ni si quiera sentía ya ansias por el anhelado regreso... y no porque hubiese dejado de querer a Karina, sencillamente me harté de ser yo "el dependiente", así que me volví más "frío y racional" aún cuando hubo una resaca muy grande que incluso afectó mi relación con "La Courtney", muchas veces me porté muy mal con ella por estupidas trivialidades, pero ya en ese tiempo la "dependencia" no era lo mío. La única persona que de golpe me cautivó fue la tan mencionada y mítica Ayesha, fue una relación muy revolucionada pero afortunadamente no dependiente, por su puesto ella no dependía de Juan Beat, pero me gustaba su personalidad "fuerte e imponente", fue difícil "llegar hacía ella", pero lo mejor de todo fue que solo tuve que comportarme tal cual... y eso hasta el "final", no pude contener mi característica impulsividad. Hace poco, bajo una tremenda cruda que me duró tres días platicaba eso con Camaléón, Luis y Leo; ¿qué hubiese sido de nosotros sin esas mujeres "enloquecidas y rotas"?, nuestra historia de vida sería tan corriente y llana, además, afortunadamente nosotros no estamos muy cuerdos. Bebemos en exceso, gastamos el dinero de "nuestras mujeres", no llegamos a casa en días, pero finalmente esa "vida disipada" es lo que nos ha formado y no andamos con "máscaras" de apariencia. ------Juan, yo nunca te pediré que dejes de beber, o que busques trabajo... ni quiero ser tu redentora------ me lo dijo Ayesha apenas nos conocíamos, no se si ahora se entiende el por qué de "esta necedad" de mantener su recuerdo; Aye era "mi anti-mujer perfecta", bebía conmigo hasta muchas veces emborracharnos, caminábamos a las 2 o 3 de la madrugada por Neza o el Centro, dormía en su casa, ella en la mía, o conducíamos si importar a dónde llegar... y "aún con todo eso" nunca existió una dependencia enfermiza; ahora, cada quien lo suyo, Aye en su trabajo y quizás siga bebiendo... y yo sin trabajo y por supuesto... sigo bebiendo.
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