Wednesday, September 05, 2007

TRAYECTOS INTERMINABLES (I Want To Talk About You)



John Coltrane - I Want To Talk About You - 1962


Llevo tres días soñando con Karina, todo es tan familiar y absurdo, como si yo fuese parte de su entorno natural, incluso Camila (la pequeña hija de Karina) está en los sueños y "parece que me conoce"; muchas veces no he querido decirlo, y mucho menos escribirlo pero también la extraño. Con ella comenzó toda esa parafernalia de los viajes en auto, ja, no se si llamarle como "el entorno más propicio para el amor", pero así parecía. Siempre disfrutaba de conducir mientras Karina me acompañaba, y aunque muchas veces ni siquiera nos poníamos de acuerdo para la música, los alocados y veloces trayectos hacía su casa a mí me parecían interminables en esa vieja caribe que no cesaba en mandarme "algún mensaje", ya que por lo regular cuando Karina subía, ese maldito auto tenía algún percance: desde una fuga de anticongelante, problemas con el motor, romper el chicote del acelerador, hasta quedarme sin frenos; una y otra vez Karina tuvo que empujar sin importar estar sobre Miramontes o ya casi llegando a Pino suarez. La pasamos bien y creo mucho más tiempo dentro del auto que en algún otro lugar, por su puesto que también hubo varias peleas y uno que otro rompimiento-regreso, sin faltar la niña pastori, Estrella Morente o cuando me entraba la violencia, Deftones. Karina bien sabía que mi forma de conducir se influenciaba por lo que sonara, algunas veces se quejaba, no de la velocidad, solo lo hacía de mis mentadas, del excesivo uso del claxon, de aventarles el auto, pero solía ir tranquila, cantando, o comiendo dulces... siempre mi mano derecha con su mano izquierda.

El día que nos despedimos "para siempre" lo hicimos así, en un auto..., ja, era necesario, ella ya tenía una vida diferente, y yo, después de que bajó del auto, rápidamente fui hacia Ayesha. Y si, no volvimos a saber uno del otro por propia voluntad, nos encontramos un par de veces en la Facultad y estuve odioso. Ayesha me dijo que Marco era el "hombre de su vida", me dijo que no me necesitaba, que debía bastarme, aún así duramos juntos los suficiente, hasta que enojado, ebrio y perdido lo recordé. Discutimos fuertemente, aunque hay como un "shock" en mi memoria acerca de hacía donde se movió la discusión, pero recuerdo que le dije algo sobre Karina. Puede ser que haya sido sobre que la extrañaba, o algo que no "estuvo bien", lo demás fue violencia verbal y terminó en lo que "se sabe"; muchos huesos fracturados, soledad, forzoso desapego, Aye y yo separados, y... Karina y yo muy alejados. Supongo todo eso es "normal", bien me comentó Idalia una vez, ----quién va a querer estar contigo Juan, no has hecho nada de tu vida----, y la realidad es que no me importa que alguien esté ya conmigo, extraño a Karina, también a Ayesha... e incluso a Idalia... y no me parece que de ahora en adelante pueda extrañar a alguien más. y menos, compartir mi ruidoso auto.

Karina no debe saber que en ocasiones la extraño, todo ha sido mejor desde que "parecemos ajenos" y respetamos nuestros diferentes estilos de vida, mejor que se quede con la idea de que Ayesha es mi único y entrañable recuerdo.

1 comment:

Mainumby said...

Juan, te encontre aca y pienso seguir visitandote.
Vos me diste otra dire, pero no se como dejarte mensajes ni nada, asi que ya sabes, el viejo truco del google me trajo hasta este rincon...
Espero que no te moleste.
Un besote grande desde Uruguay ;)

Pierina!