VUELTAS PROHIBIDAS

Conduciendo bajo un pedazo de luna,

con luces reflejándose en el retrovisor, el claxon a todo lo que da,
líneas blancas dirigiéndome;
todos se hacen a un lado,
pensarán que voy furioso,
los conductores sacan la mano,
me miran por los espejos;
yo sigo pisando el acelerador,
todas las ventanas cerradas,
ahogándome sin tu mirada,
sin tu mala costumbre de no usar el cinturón;
muy ligero siento el auto,
y mi mirada clavada en los espejos,
de reojo miro la velocidad y el silencio va más rápido;
muchas lucecitas destellan,
casi me marean,
pero mi pie va pegado al tiempo silencioso desde que te fuiste;
no he visto más lunas como la de aquella noche,
ni he conducido tan lento como en las madrugadas que no quería dejarte en casa;
rechino las llantas,
doy vueltas prohibidas añoro los 190 por Av. Zaragoza;
no me importan lo semáforos,
ni el auto patrulla detrás de mi,
corro,
como si supiera que al apagar el auto,
estarás esperando,
con el móvil en la mano esperando verme llegar,
con una sonrisa.