Si yo tuviese una pequeña hija le pondría a Bill Evans, también la dejaría escuchar discos tristes y rabiosos como los de Stravinsky, aunque no la amargaría tanto con Parker y Coltrane, por alguna extraña razón estoy seguro que le gustaría Bill Evans. Tiene una lírica particular muy influenciada por Debussy, de cierta forma era el menos impulsivo de los pianistas, su forma de tocar se apegaba más a un estilo europeo sin tanto swing, pero era un tipo realmente brillante a la hora de los acordes. Ja, Bill nunca me ha puesto triste, incluso sus baladas como "Embraceable you" o "Lover Man" son reconfortantes, no tienen tanto dramatismo como por ejemplo las interpretaciones de Parker. No se porque me entró esta idea que puede resultar ridícula, quizá debido a recordar lo que yo de niño indirectamente escuchaba; y cómo se extraña aquella estación llamada jazz fm, también era muy común en mi casa encontrar tapes de música sinfónica u orquestas, claro, sin dejar de lado la parte popular a la cual supongo muchos de nosotros tuvimos acceso, cosas como José José, La Sonora Santanera, José Alfredo Jiménez, etc.; todas esas influencias me formaron como todo un "crítico musical". Hace un par de días me preguntaron -----¿y tu hija?------. Yo me extrañé, y antes de "contra-preguntar", y seguro al notar mi expresión decidió sacarme de la duda (jaa). -----Aisha... esa niña tan curiosa de la cuál he leído bastante-----. Sonreí un poco y contesté ------con su madre, seguramente ahora está en la oficina de Ayesha y quiere a todo volumen escuchar a Bill, le gusta un disquito de 1962 llamado "Interplay" que por casualidad es "el único en donde él relamente toca swing"...------ Si yo tuviese una "hijita de verdad", lo primero que haría al ser despertado por sus lloriqueos, sería ponerle a Bill Evans; y ya a la edad de Aisha le contaría algo sobre él, por su puesto que no le mentiría, le relataría lo introvertido que siempre fue, además de ser estudioso del Budismo Zen y el respeto que siempre le tuvo al arte en general. No le ocultaría que también (como en muchos casos de los músicos del jazz-bop, post y hard bop) tuvo sus adicciones, particularmente a la heroína y el alcohol que por su puesto terminaron reventando su úlcera gástrica en 1980. -----Mira niña, a Bill se le reventó su panza, jaaa... algo parecido puede que me suceda a mi, así que no temas....-----; así le diría a mi hijita que seguramente también se llamaría "Aisha", y aunque se entristecería un poco, pronto se le olvidaría y sería feliz escuchando al extraordinario Bill Evans.
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