SACRIFICAR LA POESIA (QUIERO OLVIDAR MI DOLOR)

SACRIFICAR LA POESIA (QUIERO OLVIDAR MI DOLOR)

"Todo lo formado es transitorio, todo lo formado está sujeto al sufrimiento, todas las cosas existen sin esencia individual."
Anguttara Nikaya

Llegó tarde,
pero me quiero olvidar del dolor,
ya destrocé muchas ilusiones no mías,
hice llorar a una docena de personas,
todo por adorar mi dolor,
todo por mi edonismo nostálgico,
todo por mis tendencias a destruirme;
no lo logré con el alcohol,
ni conduciendo un auto...
tampoco "volando"
ni encerrandome,
ni haciendo poemas
ni asfixiándome en la soledad;
quiero despedirme del dolor,
arrugarlo y dejarlo caer;
adoraba mi dolor,
hasta que adoré a la "Dama de los corazones Rotos";
pero ella "también quiere a su dolor",
se apega, y no puede más...
Yo,
adoro a la dama de los cuores rottos,
pero entre tanto dolor,
llegaríamos a rompernos hasta la médula,
por eso quiero olvidarme del dolor,
puedo seguir adorándo a la dama de los corazones rotos,
pero no a mi dolor,
quizás un día la dama de corazones rotos
pueda darle una patada a su dolor
y puede ser que yo ya no esté,
pero si se sacude del dolor infinito de sus ojos,
bajo la tierra,
en un avión,
en un burdel italiano,
yo seré el más feliz de que ya no sea la dama de los corazones rotos
Voy a mandar a la mierda, el dolor
quizás me quede vegetativo,
pasmado o se vayan a la mierda mis sentimientos,
mis adoraciones,
pero si hay que sacrificar hasta la poesía
la dejaré ir,
de todas formas,
se que pronto me hundiré mientras puedo deshacerme de mi dolor;
prometo que esta noche es la última que un tango me hace llorar.

Letra: Enrique Cadicamo
Música: Juan Carlos Cobian
Año: 1942
LOS MAREADOS
Rara,
como encendida, te hallé bebiendo
linda y fatal.
Bebías,
y en el fragor del champán loca reías,
por no llorar.
Pena me dio encontrarte, pues al mirarte
yo vi brillar
tus ojos,
con ese eléctrico ardor, tus negros ojos
que tanto adoré.

Esta noche, amiga mía,
el alcohol nos ha embriagado...
¡Qué me importa que se rían
y nos llamen los "mareados"!
Cada cual tiene sus penas
y nosotros las tenemos.
Esta noche beberemos,
porque ya no volveremos
a vernos más.

Hoy vas a entrar en mi pasado,
en el pasado de mi vida...
tres cosas lleva mi alma herida:
amor, pesar, dolor...
Hoy vas a entrar en mi pasado,
hoy nuevas sendas tomaremos.
¡Qué grande ha sido nuestro amor,
y sin embargo, ay, miralo que quedó!