Sunday, January 02, 2005

"INSTANTES"

Los primeros días del año pasado estaba llegando de un largo viaje, el solo pisar el pegajoso piso de de las calles de está ciudad me recordaron cuanta desesperanza había en cada pequeño espacio de mi casa; cambiaron muchísimas cosas de diciembre a enero y pensaba si podría acostumbrarme a "vivir así", y yo, además, no tenía ánimos de hacer algo como escribir o siquiera sentir. Perdí gran parte del año (unos 10 meses) levantándome a las 3 o 4 de la tarde, encerrado sin nada que me hiciera "reaccionar", y en ese sentido, no estaba tan mal, pocas depresiones, pocas peleas, aunque siempre cargando desesperación y desesperanza. No me aburrí, tenía tiempo para leer mucho, dormir, ensayar mi facilidad para los asuntos culinarios; me ponía ebrio cada vez que en casa nos surtíamos con vino y cerveza, no había motivo, solo destapaba una y me seguía hasta la mañana, y con el pretexto del dolor de cabeza, me quedaba más tiempo en cama. Conocí a un par de personas, aunque no me entusiasmaban del todo, o mejor dicho nada, dejé "fácilmente" por la paz ese asunto de "relaciones interpersonales".

Los dos últimos meses del 2004 fueron como una fuerte sacudida, realmente cambió mi vida, al punto de botar el "beat" de mi alter-ego y desprenderme de "cosas" (son más que eso) que nunca pensé "dejar ir". Y aunque nunca me ha importado las "transiciones anuales", ahora es diferente... "No sabemos como", pero Aye fue como una de esas buenas bofetadas que agradeces que te den, y al final del año, por fin pude decir una palabra que hasta miedo me daba (ja... odio a los optimistas), solía hacer referencia a ese estado de ánimo como "me siento bien"; me guardé tanto tiempo la palabra "feliz", me sonaba ñoñote y cursi... y un montón de cosas más; además de que seguramente no era "felicidad" lo que sentía. Es bastante amargo recordar como solo había instantes de "estar bien" y la mayor parte eran enojos, sentirme merde, palabras como -------Juan tu no tienes nada-----; y actitudes que no olvidaré y causaron bastante rencor.

Solo dos meses han pasado, y ahora en mi muñeca izquierda se quedó clavada una pulsera dorada de Aye; me regaló su "bufandita azul" que tanto me gustó cuando la vi cubriendo su cuello, y los "instantes de estar bien" han desaparecido. Si bien, cada quien lucha con sus miedos, frustraciones y malditos fantasmas, los instantes son ahora una constante de un sentimiento que me lo habían tirado a la basura.

2 comments:

Mr Dupeyron said...

I yo le pregunto mister Beat's como salir de este estupir. maldito letargo que me invade...
no esncuentro la salida de mi ser siniestro

JUAN BEAT said...

JA.. MR DUPEYRON, por momentos "se sale" y siempre hay oportunidad para regresar, para seguir siendo la misma merde...

Un saludo, es un placer intercambiar comments y leer su blog...

JB